- Alpine inicia la producción de las últimas 1.750 unidades del A110 actual, incluyendo solo 50 unidades de la exclusiva versión A110 R 70.
- La fabricación del modelo actual finalizará a mediados de 2026, habiéndose producido cerca de 30.000 unidades desde su relanzamiento en 2017.
- La tercera generación del A110 será presentada el próximo año como deportivo eléctrico, utilizando la nueva plataforma APP desarrollada por Alpine.
Alpine ha iniciado la cuenta atrás para el modelo más emblemático de la marca con la producción de las últimas 1.750 unidades del A110 de segunda generación. La fabricación en la planta Manufacture Alpine Dieppe Jean Rédélé finalizará a mediados de 2026, marcando el final de una era antes de su transformación en eléctrico.
Desde su relanzamiento en 2017, el A110 ha logrado consolidarse como referencia en su categoría, con una curva de ventas que ha seguido creciendo durante toda su vida comercial. La producción total alcanzará cerca de 30.000 unidades, un récord para la marca que supone un motivo de orgullo para la fábrica de Dieppe.
La tercera generación del A110 será el primer vehículo en incorporar la plataforma APP, desarrollada íntegramente por Alpine para sus modelos de alto rendimiento.
Actualmente están disponibles tres versiones del modelo. La A110 de entrada mantiene fielmente el espíritu original con un motor de 252 CV y está disponible desde 67.800€. La versión A110 GTS, que combina lo mejor de las anteriores GT y S, ofrece un motor de 300 CV y está disponible desde 83.000€.
Como broche de oro a esta generación, la versión A110 R 70 celebra el 70 aniversario de la marca con una edición limitada ultra deportiva. Utiliza fibra de carbono en numerosos elementos como el capó, techo y alerón, y cuenta con un motor de 300 CV. Esta edición exclusiva está disponible desde 124.800€.
Con sus primeros modelos eléctricos A290 y A390, Alpine está a punto de abrir un nuevo capítulo en su historia, con el A110 como protagonista renovado.
El Alpine A110 tiene sus raíces en 1962, cuando Jean Rédélé lanzó la primera generación que encarnaba el ADN de la marca: ligereza y espíritu deportivo. Aquel modelo demostró su valía ganando el Campeonato Mundial de Rally en 1973, escribiendo una página dorada en la historia del automovilismo.