Rally Arabia Saudí ha debutado en el WRC con la victoria de Thierry Neuville, pero los pilotos han sido unánimes en su crítica principal.
Consideran que, pese a ser un desafío duro y emocionante, no es el escenario idóneo para decidir el título mundial por sus condiciones extremas.
La principal queja se centra en la excesiva dureza de la segunda pasada por los tramos, que pone en riesgo la fiabilidad de los coches.
El Rally Arabia Saudí ha completado su debut en el Campeonato Mundial de Rallies (WRC) con un consenso claro entre los pilotos: fue una prueba durísima y valiosa, pero no debería ser la final del campeonato.
El vencedor del evento, Thierry Neuville, fue el más vocal al expresar esta opinión tras subir a lo más alto del podio en Yeda.
Neuville alabó la organización y el desafío que supusieron los tramos, pero fue claro respecto a su posición en el calendario.
No debería ser la ronda que decida el título en el campeonato. Lo hemos dicho ya y podemos decirlo otra vez.
El piloto belga de Hyundai destacó el potencial del rally en términos de entretenimiento y difusión, pero advirtió sobre el riesgo de decepciones.
Su principal argumento es que la extrema dureza de los caminos, especialmente en su segunda pasada, introduce demasiados factores aleatorios como pinchazos o fallos mecánicos.
Estos imprevistos podrían decidir un título mundial de manera injusta, según la visión de la mayoría de los competidores.
Neuville sugirió que, con algunos ajustes en el diseño de las secciones, el rally sería una gran adición al calendario en otra fecha.
Su compañero de equipo, Adrien Fourmaux, ahondó en el problema técnico. El francés identificó la clave del conflicto.
"El segundo paso se vuelve realmente demasiado extremo", explicó Fourmaux a los medios.
El piloto galo propuso una solución radical: realizar solo la primera pasada de cada tramo por la mañana y diseñar tres tramos completamente nuevos para la tarde.
De esta manera, se mantendría el espectáculo y el efecto limpieza, pero se eliminaría el castigo excesivo a los coches.
Sería mejor si no fuera al final de la temporada para el título del campeonato.
Fourmaux coincidió plenamente con Neuville en el punto principal: Arabia Saudí debe moverse a una fecha anterior dentro del calendario.
Su razonamiento es que un evento con tanto riesgo para la fiabilidad no es el marco ideal para una lucha por el campeonato en su momento más decisivo.
Mientras, Oliver Solberg, dominador de la categoría Rally2, mostró una opinión más entusiasta sobre la naturaleza del desafío.
El sueco defendió la presencia del rally, destacando que aporta nueva inversión, perspectiva y un reto maratoniano que recuerda a la vieja escuela.
"El WRC normalmente es solo un sprint, esto lo ha convertido en un evento realmente duro, como en los primeros días de la época de mi padre", afirmó Solberg.
Comparó la dureza con el Safari, pero subrayando el desgaste extremo para la suspensión, neumáticos y transmisión.
En resumen, el mensaje del pelotón es consistente: Rally Arabia Saudí merece su plaza en el WRC, pero necesita ajustes en su formato y, sobre todo, un cambio de fecha que lo aleje de la posición de final de temporada.
La organización ahora tiene el reto de escuchar a los protagonistas y moldear el evento para equilibrar el espectáculo con la equidad deportiva.