La historia de la Fórmula 1 registra nueve ocasiones en las que tres pilotos llegaron a la carrera final con opciones de título, ofreciendo lecciones clave para el duelo Norris-Verstappen-Piastri en Abu Dabi 2025.
Desde el inaugural 1950 hasta el épico 2010, estas batallas a tres bandas han demostrado cómo fiabilidad, estrategia y factores inesperados pueden decidir un campeonato.
Con Norris liderando por 12 puntos sobre Verstappen y 16 sobre Piastri, los precedentes históricos sugieren que cualquier imprevisto puede cambiar radicalmente el destino del título.
El Gran Premio de Abu Dabi 2025 se inscribe en una selecta lista histórica: será la décima ocasión en que tres pilotos lleguen a la carrera final con opciones matemáticas de conquistar el título mundial de Fórmula 1. Esta situación, que enfrenta a Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastri, tiene notables precedentes que ofrecen valiosas lecciones.
La primera de estas batallas a tres bandas ocurrió en la temporada inaugural de 1950. En el Gran Premio de Italia en Monza, los pilotos de Alfa Romeo Juan Manuel Fangio (26 puntos), Luigi Fagioli (24) y Giuseppe Farina (22) se jugaban el título. Farina logró una victoria decisiva en casa después de que Fangio abandonara por problemas de caja de cambios, convirtiéndose en el primer campeón mundial de la historia.
"La situación era ideal para Clark. Lideraba, con Hill 10º y Surtees 13º. Pero en la F1, nada está decidido hasta el final"
Un año después, en el Gran Premio de España 1951 en Pedralbes, se repitió el escenario. Juan Manuel Fangio (27 puntos) se enfrentaba a los ferraristas Alberto Ascari (25) y José Froilán González (21). Fangio consiguió la pole, perdió la cabeza en la salida pero recuperó el liderato en la cuarta vuelta, llevándose su primer título mundial y demostrando que la experiencia cuenta en las finales.
El 1959 ofreció uno de los finales más dramáticos. En el Gran Premio de Estados Unidos en Sebring, Jack Brabham (31 puntos) lideraba a Stirling Moss (25.5) y Tony Brooks (23). Brabham dominó la carrera pero se quedó sin combustible en la última vuelta. Empujó su coche hasta la cuarta posición, suficiente para coronarse campeón en uno de los momentos más icónicos de la historia de la F1.
Pero quizás el episodio más dramático ocurrió en el Gran Premio de México 1964. Graham Hill (39 puntos) llegaba como favorito sobre John Surtees (34) y Jim Clark (30). Clark lideraba cómodamente cuando, a ocho vueltas del final, sufrió una fuga de aceite. Perdió el liderato en la penúltima vuelta y abandonó en la última, mientras el compañero de Surtees, Lorenzo Bandini, le cedió la segunda posición, regalándole el título por un punto.
"Brabham dominó la carrera pero se quedó sin combustible en la última vuelta. Empujó su coche hasta la cuarta posición, suficiente para coronarse campeón"
En 1974, Watkins Glen fue testigo de otro triplete. Emerson Fittipaldi y Clay Regazzoni llegaban empatados a 52 puntos, con Jody Scheckter (45) como tercero en discordia. Fittipaldi terminó cuarto mientras Regazzoni decayó hasta el undécimo puesto, dándole al brasileño su segundo título mundial y demostrando la importancia de la consistencia en la carrera decisiva.
| Año | Circuito | Vencedor | Segundo | Tercero | Diferencia Final |
|---|---|---|---|---|---|
| 1950 | Monza | Giuseppe Farina | Juan Manuel Fangio | Luigi Fagioli | 3 puntos |
| 1951 | Pedralbes | Juan Manuel Fangio | Alberto Ascari | José Froilán González | 6 puntos |
| 1959 | Sebring | Jack Brabham | Tony Brooks | Stirling Moss | 4 puntos |
| 1964 | México | John Surtees | Graham Hill | Jim Clark | 1 punto |
| 1974 | Watkins Glen | Emerson Fittipaldi | Clay Regazzoni | Jody Scheckter | 3 puntos |
| 1981 | Caesars Palace | Nelson Piquet | Carlos Reutemann | Jacques Laffite | 1 punto |
| 1983 | Kyalami | Nelson Piquet | Alain Prost | René Arnoux | 2 puntos |
| 1986 | Adelaida | Alain Prost | Nigel Mansell | Nelson Piquet | 2 puntos |
| 2007 | Interlagos | Kimi Räikkönen | Lewis Hamilton | Fernando Alonso | 1 punto |
| 2010 | Yas Marina | Sebastian Vettel | Fernando Alonso | Mark Webber | 4 puntos |
La década de 1980 fue especialmente prolífica en finales a tres bandas. En 1981, en el Gran Premio de Caesars Palace en Las Vegas, Carlos Reutemann (49 puntos) lideraba a Nelson Piquet (48) y Jacques Laffite (43). Piquet terminó quinto, apenas dos segundos por delante de Laffite, diferencia suficiente para arrebatarle el título a Reutemann por un punto.
Dos años después, en el Gran Premio de Sudáfrica 1983 en Kyalami, Alain Prost (57 puntos) llegaba como favorito sobre Nelson Piquet (55) y René Arnoux (49). Prost abandonó por problemas de turbo, mientras Piquet controló la carrera para llevarse su tercer título mundial, demostrando que la fiabilidad es crucial en las finales.
El 1986 en Adelaida ofreció uno de los momentos más recordados. Nigel Mansell (70 puntos) lideraba a Alain Prost (64) y Nelson Piquet (63). Mansell sufrió un reventón cuando lideraba la carrera a 19 vueltas del final, permitiendo a Prost ganar y conseguir su segundo título. La gestión de neumáticos se reveló como factor decisivo.
"En la última carrera previa al DRS, un decepcionado Alonso nunca logró adelantar al novato ruso Petrov"
La era moderna aportó dos episodios memorables. En 2007 en Interlagos, el rookie Lewis Hamilton (107 puntos) llegaba como favorito sobre su compañero de equipo Fernando Alonso (103) y Kimi Räikkönen (100). Hamilton sufrió problemas de caja de cambios y terminó séptimo, mientras Räikkönen ganó para llevarse el título por un punto en una de las mayores remontadas de la historia.
El 2010 en Yas Marina marcó un hito: primera y única vez que cuatro pilotos llegaron con opciones al final. Fernando Alonso (246 puntos) lideraba a Mark Webber (238), Sebastian Vettel (231) y Lewis Hamilton (222). Una estrategia errónea de Ferrari al seguir a Webber a boxes dejó a Alonso atrapado detrás de Vitaly Petrov, mientras Vettel ganaba para conseguir su primero de cuatro títulos consecutivos.
Estos precedentes históricos ofrecen varias lecciones para Abu Dabi 2025. Primero, que el favorito inicial raramente gana: en solo 3 de las 9 ocasiones anteriores el líder previo a la carrera final se coronó campeón. Segundo, que los problemas mecánicos han sido decisivos en múltiples ocasiones (1950, 1964, 1983, 1986, 2007).
"La gestión de equipo y las estrategias pueden ser tan importantes como el ritmo puro en las carreras decisivas"
Tercero, que las estrategias de equipo y las órdenes de equipo han jugado roles cruciales (1964, 1986). Cuarto, que incluso errores aparentemente menores pueden costar un título (2010). Y quinto, que la presión afecta incluso a los mejores, como demostró Hamilton en 2007 y Alonso en 2010.
Para Lando Norris, la historia sugiere que su ventaja de 12 puntos sobre Verstappen y 16 sobre Piastri es significativa pero no definitiva. De las 9 batallas anteriores, en 4 ocasiones el campeón final no era el líder antes de la carrera. La consistencia y evitar errores serán clave.
Para Max Verstappen, los ejemplos de Räikkönen (2007) y Vettel (2010) muestran que remontadas espectaculares son posibles. Su experiencia en finales de campeonato (2021) podría ser un factor a su favor, aunque la presión por igualar el récord de Juan Manuel Fangio con cinco títulos añade un elemento extra.
- Favorito raramente gana: Solo 3 de 9 líderes previos se coronaron campeón
- Fiabilidad crucial: Problemas mecánicos decidieron 5 de las 9 finales
- Estrategias decisivas: Errores tácticos costaron títulos en 1964 y 2010
- Presión máxima: Errores de pilotos clave en momentos decisivos
- Remontadas posibles: Räikkönen y Vettel mostraron que nada es imposible
- Equipos influyentes: Órdenes de equipo y gestión crucial en 1964 y 1986
El Gran Premio de Abu Dabi 2025 se suma así a una tradición histórica de finales épicas a tres bandas. Con Norris buscando su primer título, Verstappen intentando igualar a Fangio, y Piastri aspirando a una hazaña improbable, todos los ingredientes están presentes para otra página memorable en los anales de la Fórmula 1. La historia nos dice que, en estas situaciones, esperar lo inesperado no es solo un cliché, sino una probabilidad estadística.